2005
La Problemática Alimentaría
El reto de la seguridad alimentaria, uno de los conflictos ambientales más importantes de un futuro casi inmediato. Este conflicto ambiental deriva principalmente de la erosión natural de los suelos, la inducida por los humanos, la urbanización incontrolada, la actual gestión de los cultivos y la gestión agropecuaria, y uno de los más influyentes, el aumento demográfico.
A continuación desarrollaré brevemente estos puntos y otros aspectos generales, intentando comentar los las cuestiones más relevantes.
La erosión del suelo, supone un factor natural, que se ve incrementado por la acción humana, que lo agrava, y que limita como recurso la producción de alimentos. Los agentes externos actúan de manera continua sobre el suelo degradándolo, este tipo de erosión, natural, afecta en mayor medida a las zonas sin vegetación, que proteja al suelo. La erosión producida por el hombre, se da a razón de los movimientos de tierras, la extracción y la construcción, y también la actividad agrícola.
La urbanización incontrolada; las permisivas políticas de urbanización, el desprecio del suelo cultivado, y el aumento de la demanda para diversos usos, han llevado a que grandes extensiones antes dedicadas al cultivo y la actividad productiva, se hayan visto suplantadas por urbanizaciones de descanso, superficies comerciales, zonas recreativas de alto coste ambiental e insostenible, carreteras, grandes autopistas, industrias…
Las ciudades tienden a extenderse y convertirse en el lugar más solicitado por la población para desarrollar su actividad, esto produce la necesidad de una creciente acción constructora de viviendas, lo que hace crecer a las ciudades en extensión, en la mayoría de los casos con un índice exponencial. Al mismo tiempo, los ciudadanos comienzan a demandar otros modelos de viviendas que suponen un mayor bienestar para ellos, y que se ubican en las periferias de las ciudades, requiriendo una urbanización adicional. Así mismo aparece una demanda creciente de la vivienda de vacaciones, como consecuencia del aumento del poder adquisitivo de los ciudadanos de los países desarrollados, requiere una sobre explotación de las zonas turísticas y de descanso. Es el turismo también una razón de urbanización masiva en las zonas de interés para los visitantes, este tipo de construcción supone un gasto de suelo para uso recreativo, importante, y se de manera insostenible, arrasando con todo aquello que impide su expansión. Como todo, el debate del dinero, la sociedad capitalista que antepone el crecimiento económico incontrolado, de las sociedades llamadas desarrolladas, al bienestar ambiental mundial.
Todo este tipo de expansión supone una actividad que elimina la productividad alimentaria de las zonas afectadas por la fiebre del asfalto y el cemento.
Los ciudadanos tenemos que aprender a vivir en una cultura de respeto y armonía con el medio, de la cual dependen directa o indirectamente, todos lo problemas ambientales. Nuestra postura es decisiva en la supervivencia de nuestro planeta, del medio y de nosotros mismos, no podemos pasar impasibles ante la degradación de nuestro medio de vida.
La actual gestión de los suelos de áreas agropecuarias; en la actualidad, y como consecuencia del desprecio de muchos cultivos, el suelo agrícola esta siendo aprovechado de manera inadecuada, esto produce un desequilibrio entre requerimientos y producción anual. Los estudios muestran un estancamiento de la producción de cereales a partir de 1990, que en relación al crecimiento de la población, supone una amenaza para la alimentación mundial, pues además de esto, demuestran que las reservas mundiales de cereales disminuyen cada año, en relación a los días de consumo de reserva.
Loa cultivos de productos "exóticos" ganan terreno a los productos esenciales, el aumento del consumo de productos de de consumidores primarios y secundarios, aumenta el gasto energético de la alimentación humana, también los cultivos de productos como especies con sustancias psicoactivas, tabaco y otros productos con fines no alimentarios, suponen un descenso del suelo cultivado, rentable en términos de alimentación mundial.
De manera cada vez más normal, los agricultores, debido a la presión inmobiliaria, venden sus tierras a la especulación, restando así aún más superficie de cultivo.
También debemos tener en cuenta que muchos de los cultivos actuales, se encuentran en zonas que no son aptas para ello, bien por la baja, y en descenso, productividad de los suelos, o bien por la ausencia de recursos suficientes para abastecer esos cultivos, esto producirá en el futuro, que muchos países vean mermar los cultivos en zonas no aptas, disminuyendo así la producción, y creándose de esta forma un problema de abastecimiento.
El aumento demográfico se presenta como principal factor condicionante del problema ambiental. La población mundial crece de manera incontrolada, y con ello, el territorio civilizado, la demanda de recursos y la contaminación, de todos los tipos.
La explosión demográfica, unida al deficiente desarrollo, ha provocado que en 1998-2000 la subnutrición afectara a 840 millones de personas, en su gran mayoría de países subdesarrollados.
Esta explosión demográfica demanda más suelo y más recursos hídricos, la cantidad de agua por persona disminuye de manera progresiva hasta el punto de que en un tiempo, esta cantidad estará por debajo de las necesidades mínimas. El aumento de la demanda de alimentos, y la imposibilidad de aumentar la producción de manera indefinida, producirá en el futuro la subida de los precios de los alimentos más básicos, como los cereales, y consecuentemente, de aquellos de niveles superiores, como los productos animales.
El aumento de la población, desde hace ya mucho tiempo, viene siento exponencial, y esto nos llevará a que en 2050 la población mundial alcance una cifra de diez ceros, lo que supondría un colapso y una crisis en la alimentación mundial. Este crecimiento se debe en gran parte a la ausencia de medidas de control de la natalidad, y de políticas demográficas, la cual produce que en los países del tercer mundo que una mujer supere los cuatro hijos.
El hambre no disminuye, aunque nuestro desarrollo va a mayor, el descenso del número de persona subnutridas en el mundo representa una cifra despreciable respecto de las necesidades reales de actuar en este campo, mientras que en los países desarrollados la esperanza de vida llega a unos 70 años, en los países pobres es de unos 30 años tan solo. Pobreza y subdesarrollo, igual, hambre, insalubridad y muerte. Aunque muchos de los países actualmente subdesarrollados tienen o han tenido recursos más que suficientes para crear una sociedad estable y de bienestar, tal vez no con el mismo modelo de las grandes potencias, son estas últimas las que desde siempre han hecho imposible este crecimiento, mediante la explotación de sus recursos, la creación de conflictividad social por intereses políticos y económicos, y la necesidad de tomar todo aquello que puedan sin velar más que por sus propios intereses.
Las principales acciones por las que pasan estos factores originadores del problema ambiental, son, la creación de nuevas políticas demográficas, la consecución de nuevas políticas energéticas, la aceptación social del problema, y su concienciación sobre su influencia sobre el problema, así mismo, la creación de políticas eficientes de gestión del agua y el suelo, la innovación en investigación agrícola.
Como hice anteriormente con los factores que condicionan el problema, comentaré a continuación estas acciones para su solución.
Nuevas políticas demográficas, nuevas políticas que fomenten un descenso de la natalidad, sobre todo en aquellos países que aun hundidos en la más inhumana pobreza, tienen los índices más altos de natalidad, y por su situación, se dan también los mayores índices de mortalidad. Fomentar que las parejas tengan de media un número de hijos de dos, de tal manera que la población se estabilice. Para poder conseguir el descenso de la natalidad, también se deben llevar a todos lugares, políticas de planificación familiar, poner a disposición de todos medios de prevención y la información necesaria, para que el crecimiento sea controlable y sostenido.
En lo que a nuevas políticas energéticas, debemos de desarrollar las energías renovables y mejorar la eficiencia energética, así como reducir el consumo. Esto nos permitirá
El ámbito social supone un importante marco de acción, en este caso, en el que debe prevalecer la información, la concienciación y las políticas coactivas para la consecución de los objetivos ambientales. Se debe conocer la magnitud del problema, sus orígenes y sus consecuencias, y cual es nuestra acción sobre el mismo para sentirnos responsables de él, además se deben aplicar medidas de promoción y de penalización para las conductas ambientalmente correctas e incorrectas, respectivamente, de esta forma se conseguirá la implicación social en la solución del problema y por tanto, tendremos el camino hecho.
Los recursos parecen ser el reflejo más directo de los problemas ambientales, nos preocupamos cuando estos escasean o no nos sirven por su baja calidad, por qué, porque son nuestra fuente de vida, por ello, su buena gestión es de importancia crucial para la seguridad alimentaria.
Por un lado debemos considerar los recursos hídricos, la fuente de la vida en su concepto más simple, el agua es un recurso cada vez más preciado, si en otros tiempos el oro, el petróleo, etc, eran los bienes más deseados, en el futuro el agua los suplantará de manera monopolizadora. Nuestros recursos hídricos están mal gestionados y se consumen de manera poco eficiente, si se calculara las pérdidas que se sufren en las conducciones de agua, hallaríamos que en algunos casos se llega a perder hasta el 50% del agua que pasa por ellas. Así mismo debemos adecuar los cultivos a los recursos de los que se dispone en cada zona, planificando un uso sostenible de los mismos.
El suelo es otro gran recurso que debemos aprender a gestionar de mejor forma, aprovechando sus posibilidades sin degradarlo ni contaminarlo, teniendo en cuenta sus necesidades y lo que podemos obtener del si hacemos un uso más eficiente.
Hay que crear políticas consecuentes de gestión del suelo, y políticas de protección del suelo agrario, teniendo en cuenta siempre la capacidad productiva de cada lugar. Debemos gestionar nuestro territorio ateniéndonos a las necesidades, al impacto ambiental que producen las actividades sobre él.
La buena gestión del agua, por su parte, pasa por un uso responsable, en el que los ciudadanos nos vemos implicados, y en la que los gobiernos tienen que regular el uso abusivo, y crear medidas de control. Si el agua que consumimos cada día tuviera en su precio el coste ambiental que genera, el consumo abusivo descendería, y proliferarían los sistemas de ahorro y eficacia en el abastecimiento y en el lugar de consumo, tanto empresas e industria, como particulares. Este tipo de sistemas más eficientes y respetuosos serian una forma de jugar limpio con el medio, como también lo son los referidos al ámbito energético (uso de energías renovables, dispositivos de control de consumo…).
En cuanto a la gestión de los propios cultivos, deben priorizarse los cultivos mas esenciales, que aportan mayor energía, y que son más rentables ambientalmente, anteponiéndolos a los cultivos de productos como el tabaco, o los cultivos de cereales que se utilizan para la extracción de etanol para combustibles, y otros cultivos no necesarios, o al menos no tan prioritarios.
Ya por último y de lleno en la actividad agropecuaria, para solucionar este problema se debe invertir en investigación, innovación tecnológica para la producción agraria, sistemas mas rentables, ecológicos y eficientes para procesar, tratar, almacenar, recolectar, cultivar, regar, etc, en el fondo hacer más productivos y eficientes los sistemas de producción de alimentos. De esta manera ahorraremos en recursos, aumentaremos la producción, y conseguiremos un mejor rendimiento ambiental.
En resumen, la crisis de la seguridad ambiental pasa para su solución, por la creación de políticas que regulen la agricultura, en el uso de recursos, el crecimiento demográfico, políticas sociales que informen y conciencien, y políticas que impulsen la investigación agraria, y como no e indiscutiblemente una conciencia social que entienda y asuma el problema.
Marzo de 2005
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